Valle de Ordesa
Ordesa, declarado Parque Nacional en 1918, posee un magnífico paisaje de grandes farallones que descienden hasta las laderas, pobladas de bosques de pino negro, pino silvestre (o rojo), haya y abeto. Valle en el que abundan las cascadas, con una morfología que es consecuencia de la erosión glaciar (más importante en las zonas altas, y también fluvial (de mayor trascendencia en las bajas), destacando entre los farallones las fajas, algunas de las cuales pueden recorrerse a pie.
Muchas sendas son ampliamente conocidas, como la de los Turietos, que asciende desde Torla a La Pradera, o las que se adentran en los valles laterales de Cotatuero y de Salarons o Carriata. Sin embargo, reseñamos únicamente las que recorren el valle principal.
1) Por el fondo del Valle: Las Cascadas.
Desde el aparcamiento de La Pradera se asciende por el camino del fondo del valle (todas las sendas se hayan muy bien señalizadas). Junto al río podemos observar sauces y álamos, y también algunos de los pájaros más típicos de las riberas de montaña, como la lavandera cascadeña y el mirlo acuático. Nos rodean pinos rojos, hayas, abetos y el siempre presente boj. En estos bosques abundan pajarillos como los herrerillos común y capuchino, los carboneros común y garrapinos, y el pinzón vulgar. A los 35′ se haya la cascada de Arripas, y 5′ más tarde la de La Cueva (mucho más bonita que la anterior). La más espectacular de todas es la del Estrecho, situada 10′ más arriba. Hasta aquí la excursión cuesta 45′ subir y 30′ bajar.
2) Por el fondo del Valle: Gradas y Circo de Soaso (2 h 45′ subir, 1 h 45′ bajar).
Si continuamos por el recorrido anterior, a partir de la cascada del Estrecho (a 45′ de La Pradera) se asciende por el conocido bosque de Las Hayas. A 1 h 20′ desde La Pradera, unos miradores permiten contemplar desde arriba la cascada del Estrecho. El hayedo desaparecerá poco a poco, dando paso a algunos arbustos y finalmente a los prados de montaña. A las 2 h aparecen las Gradas de Soaso, una preciosa sucesión de cascadas a modo de gradería (es decir, escalonadas), que libran cada uno de los estratos rocosos planos. Se trata de uno de los mejores espectáculos del valle. En 2 h 45′ alcanzamos el final del Circo de Soaso y la cascada Cola de Caballo. Sobre el circo, excavado con esta forma gracias a la acción de un antiguo glaciar, se alzan las Tres Sorores, coronadas por el Monte Perdido (3355 m de altitud). Desde Cola de Caballo puede ascenderse (cruzando el río) hasta el refugio de Góriz (llamado también Delgado Úbeda) en 1h 30′ de ascenso. Este conocido lugar es punto de partida para ascender al Monte Perdido (de 3 h a 3 h 30′ desde Góriz), o a la Brecha de Roland y la Gruta de Casteret (a 2 h 30′ de Góriz).
4) Faja de Pelay. 6 h, desnivel 800 m.
La faja de Pelay (Senda de Cazadores), está situada a media altura de los farallones de la margen izquierda del valle (a la derecha si miramos desde La Pradera). Desde el final del aparcamiento, en dirección a Cola de Caballo, surge a la derecha una senda bien señalizada que asciende hasta el mirador de Calcilarruego (1 h 40′), tras una subida muy dura pero muy fresca (entre bosques de hayas, abetos y pinos). Desde allí la vista es sobrecogedora. A continuación el camino se dirige hacia el norte mediante pequeñas subidas y bajadas, siempre bajo un paisaje extraordinario. Alcanzamos la Cola de Caballo en 4 h 20′ desde la Pradera, descendiendo por el valle (ver ruta anterior), y teniendo la oportunidad de contemplar las cascadas del Estrecho y de Soaso, así como el Bosque de Las Hayas.
Textos: Joaquín Guerrero.
Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual.
Muchas sendas son ampliamente conocidas, como la de los Turietos, que asciende desde Torla a La Pradera, o las que se adentran en los valles laterales de Cotatuero y de Salarons o Carriata. Sin embargo, reseñamos únicamente las que recorren el valle principal.
1) Por el fondo del Valle: Las Cascadas.
Desde el aparcamiento de La Pradera se asciende por el camino del fondo del valle (todas las sendas se hayan muy bien señalizadas). Junto al río podemos observar sauces y álamos, y también algunos de los pájaros más típicos de las riberas de montaña, como la lavandera cascadeña y el mirlo acuático. Nos rodean pinos rojos, hayas, abetos y el siempre presente boj. En estos bosques abundan pajarillos como los herrerillos común y capuchino, los carboneros común y garrapinos, y el pinzón vulgar. A los 35′ se haya la cascada de Arripas, y 5′ más tarde la de La Cueva (mucho más bonita que la anterior). La más espectacular de todas es la del Estrecho, situada 10′ más arriba. Hasta aquí la excursión cuesta 45′ subir y 30′ bajar.
2) Por el fondo del Valle: Gradas y Circo de Soaso (2 h 45′ subir, 1 h 45′ bajar).
Si continuamos por el recorrido anterior, a partir de la cascada del Estrecho (a 45′ de La Pradera) se asciende por el conocido bosque de Las Hayas. A 1 h 20′ desde La Pradera, unos miradores permiten contemplar desde arriba la cascada del Estrecho. El hayedo desaparecerá poco a poco, dando paso a algunos arbustos y finalmente a los prados de montaña. A las 2 h aparecen las Gradas de Soaso, una preciosa sucesión de cascadas a modo de gradería (es decir, escalonadas), que libran cada uno de los estratos rocosos planos. Se trata de uno de los mejores espectáculos del valle. En 2 h 45′ alcanzamos el final del Circo de Soaso y la cascada Cola de Caballo. Sobre el circo, excavado con esta forma gracias a la acción de un antiguo glaciar, se alzan las Tres Sorores, coronadas por el Monte Perdido (3355 m de altitud). Desde Cola de Caballo puede ascenderse (cruzando el río) hasta el refugio de Góriz (llamado también Delgado Úbeda) en 1h 30′ de ascenso. Este conocido lugar es punto de partida para ascender al Monte Perdido (de 3 h a 3 h 30′ desde Góriz), o a la Brecha de Roland y la Gruta de Casteret (a 2 h 30′ de Góriz).
4) Faja de Pelay. 6 h, desnivel 800 m.
La faja de Pelay (Senda de Cazadores), está situada a media altura de los farallones de la margen izquierda del valle (a la derecha si miramos desde La Pradera). Desde el final del aparcamiento, en dirección a Cola de Caballo, surge a la derecha una senda bien señalizada que asciende hasta el mirador de Calcilarruego (1 h 40′), tras una subida muy dura pero muy fresca (entre bosques de hayas, abetos y pinos). Desde allí la vista es sobrecogedora. A continuación el camino se dirige hacia el norte mediante pequeñas subidas y bajadas, siempre bajo un paisaje extraordinario. Alcanzamos la Cola de Caballo en 4 h 20′ desde la Pradera, descendiendo por el valle (ver ruta anterior), y teniendo la oportunidad de contemplar las cascadas del Estrecho y de Soaso, así como el Bosque de Las Hayas.
Textos: Joaquín Guerrero.
Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual.